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fines del siglo
XVII
un religioso benedictino
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cubrió, embotellando el vino de chantpagne en el es
mento más propicio para ello, el secreto
de
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su espuma y de conservar una 1mp1 ez
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hasta entonces desconocidas.
Este descubrimiento contribuyó poderosamente
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reputación del champagne. Por eso en toda la .
reg~ó
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de Champagne se conserva en
la
memoria, con a n
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gra–
ecimiento, e nom re e engnon, el benedícf
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escu n 9r, cuya tum a pue e VIS1tarse todavía
Huatvillers, pueblecito de la región champagnesa
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1err: se e
a evanta
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una estatua.
Las principales comarcas de los viñedos del ch
pagrie están situadas a unos
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kilómetros al amt-
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ans.
El
cultivo de'°ia vid en Champagne exige mucho
muy costosos cuidados, haciéndose conforme
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todos modernos que permiten, a la vez que resisf
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ir
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ese tern e enemigo que es a
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oxera, mantener
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tradiciones y los principios que garantizan la e:xce
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cíonal calidad de la uva.
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En cada viñedo ·se encuentran.' vastos establecimien–
tos llamados lagares, que pertenecen a las principales
casas de Champagne, encargados de recibir los
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vanos, que llegan a· millares de las próximas colinue-: as.
En 'el interior de los lagares 'están, puestas en línea .
las prensas, en las cuales se echa y se estruja la
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va,
as tmas ,en que se vierte e zumo y os toneles que lo
trasladaran a la bodegas.
Si .
no
buenos
bocados,
a
lo
menos
buenóSt tragos.
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