EL ÚLTIMO ADIÓS
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en horas futuras,
del mundo casado,
con viejas culturas;
para ser humano,
y querer encuentro,
con la sabia mano,
que va hacia dentro,
del ánimo abierto,
a la paz del hombre.
De lirios cubierto
y en lo alto mi nombre,
posaré en las noches,
sin ver las estrellas,
sin ver los reproches
que dejan las huellas,
de amores perdidos,
por la cruda guerra,
y... sangrar tendidos,
cuerpos en la tierra,
que su adiós no dieron,
por súbita muerte.
A otros ya los vieron,
despedir su suerte,
entre beso y rezo…
alguna caricia...
tal vez un bostezo,