Siempre he sostenido que mis cócteles, y muchos de los que crean
los barmans profesionales, verdaderamente enamorados de su profe–
sión, son fruto de " la inspiración del momento".
Y
éste es el caso
del "Skal", que tuve el honor y el placer ·de crear y dedicar al Prín–
ci1;e Bernardotte de Suecia.
Tuvo lugar en circunstancias en qu<! el distinguido personaje visi–
taba la Feria de Anuga, en Colonia, y en la que yo estaba frente al
stand
dedicado a productos y bebidas argentinos. El príncipe, en
~ompañía
del embajador argentino, llegó hasta nuestro pabellón y se
mteresó por nuestros productos. Pidió que· se le obsequiara un pa–
quete de yerba mate, a la que demostró conocer y apreciar sus
cualidades como infusión estimulante. Luego se interesó por los alco–
holes argentinos, y entre ellos, mostrándose gratamente sorprendido
por su cualidad y pureza, por nuestro famoso aguardiente catamar–
~¡ueñ~1. De~eoso
de corresponder a sus amables conceptos y a su
rnteres hacrn nuestra patria, le pedí autorización para crear un
cóctel en su honor y dedicárselo. Así nació el cóctel "Skal", cuyo
nomhre en sueco significa saludo y es la fórmula clásica de saluta–
ción y cordialidad al beber.