la
,,
pizzicata'' para lograr amor, la emplearon para
conseguir un buen ''sport".
Y el método para doblegar a la mujer amada -prác–
tica siempre eterna en
el
hombre- sufrió una más
elegante y más agradable variante. Se inventó el cóc–
tel con fórmulas .y gustos infinitos, como para que
ningún paladar
y
gusto pudieran decir que no. No
hubo novia que no probara el "Primavera" primero
como para tantear
el
terreno y se animara al "Cubano
dulce", para seguir con el ''seco"
y
evolucionar hasta
la ,,Antesala del infierno", premiada creación del in–
superable Pichín, a cuyo venero han florecido y fruc–
tificado romances miles
...
El cóctel, como arma de conquista sentimental es,
sin duda, mucho más huma-na y más noble que aque–
llos polvillos y mijos tramposos. Los contendores,
hom–
bre
y
mujer, van a la lucha empuñando cada cual su
copa. Y si bien cayeron infinidad de mujeres, tremo–
lando un sí
. . .
no menos cantidad de hombres clau–
dicaron con otro ,,sí"; pero ante el altar que lo consa–
graba esposo in-eternum de
la dama ante quien
claudicara tras los efectos de mil "Harry uP'' ...
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DANTE DE PALOS
(Mariano de la Torre)