25 años dela invasión - page 37

LA PRENSA
SÁBADO 20 DE DICIEMBRE DE 2014
do Panamá.
Suesposo, eldoctorFrank
Martin, miembro del parti-
do Arnulfista y “enemigo
acérrimo del militarismo”,
según indica su esposa, tuvo
queesconderseenel patiode
la casa porque los batallone-
ros lo buscaban para captu-
rarlo.
“[Los batalloneros] esta-
banvestidos comoRambo ...
me preguntaron por quéme
había asomado. Me apunta-
ron con metralletas y me
dijeron: “¿El Dr. Martin”? Y
yo les pregunté, “¿Por qué...
saben de algún enfermo que
lonecesite?”, y lesdijequeno
tenía la menor idea... me pi-
dieron las llaves del carro y
aquí estuvieron por buen
tiempoafuerademi casa, así
que estaba “bien cuidada”.
Los Codepadi se queda-
ron rodeando su casa hasta
que llegaron los estadouni-
denses.
‘NO SE SABÍA QUÉ IBA A
PASAR’
Humberto Álvarez pre-
sintió que algo sucedería
desde el 16 de diciembre
cuando fue a una boda en
Chitré y de regreso a su casa
lo detuvo un retén policial
panameño. “Nos revisaron y
nos dijeron que el coman-
dante les había dicho que los
gringos vendrían a Pana-
má...”
Álvarez vivía en el barrio
de Doleguita en David, Chi-
riquí, y se acostó a dormir la
noche del 19 de diciembre.
“Mi esposa estaba embara-
zada,asíquedormimostem-
prano y en lamañana del
miércoles 20 de di-
ciembre escuché una
transmisión en ca-
dena nacional a las
6:30 a.m. en la que indica-
ban que Panamá había sido
invadida por los estadouni-
denses”, dice.
Ese día buscó a su abuela
enlabarriadaElTerronal, en
donde había un retén de
batalloneros y Codepadis,
quienes se instalaron, arma-
dos, en los accesos al barrio y
lo revisaron.
“El ambiente era incierto,
las personas no sabían si tra-
bajar o no, los supermerca-
dos se comenzaron a llenar...
no se sabía qué pasaría”.
Álvarez explica que la
Iglesiacatólicatuvounpapel
fundamental. “El obispo de
laciudaddeDavideraCarlos
AmbrosioLewis, quepor ra-
dio comenzó a llamar a los
policías jubilados a poner
orden enDavid”.
“Se veía y se escuchaban
losaviones, algunossoltaban
a paracaidistas que caíandel
cielo por Aguacatal. El 25 de
diciembrea las9:00a.m. lle-
garon los soldados en heli-
cóptero al aeropuerto Enri-
queMalek.
Añadió que cuando llega-
ron a David fueron a su casa
mientras no estaba, y un ve-
cino le dijo que los soldados
estadounidenses querían en-
trar a la fuerza. Así que fue al
cuarteldeDavidaverporqué
lo buscaban.
“Merecibióuntenientede
las fuerzas especiales, me
habló en inglés y me dijo:
We don’t do that
”, le res-
pondí: “
Yes you did it in
my
house
”.
Le pidieron dis-
culpas por tratarse
de una confusión,
porque como vivía
en un dúplex, el que
tenía armas era su
vecino,
que era
Codepadi.
‘FUE COMO UN CIRCO’
Marcia De Gracia estaba
en David y recuerda que los
militares estadounidenses,
después de la entregadeNo-
riega, convivían de manera
pacífica en la ciudad.
Dice que había toques de
queda. “Con incertidumbre
escuchábamos la radio in-
ternacional para enterarnos
de lo que sucedía en la ca-
pital”.
De Gracia cuenta que la
llegadade los estadouniden-
ses, “fue como un circo... una
exhibicióndeautosmilitares
que recorrían la ciudad pero
que no aterraba, por el con-
trario, la mayoría de las per-
sonas salía a saludarlos”.
‘QUEDÓ UN HUECO
ENORME’
El boqueteño Omar Ji-
ménez estaba en Culebra y
recuerda que los batallone-
ros llegaron en cantidad y se
metieron en la montaña.
“Los helicópteros se escu-
chabanacadaratito...perola
gente de Noriega salió hu-
yendopor loscafetalescuan-
do llegaron los gringos”.
De acuerdo con el luga-
reño, los estadounidenses
detectaban desde el aire los
armamentos
escondidos
por Noriega. “Un día llega-
ron y sacaron un armamen-
to, y quedó un hueco enor-
me”.
‘ME ACONSEJÓ QUE ME
QUEDARA EN CASA’
Julio Castilla estaba en
Santiago. Se despertó y por
los rumores que había en el
vecindario fue al centro de la
ciudad. “Meencontréconun
grupo de batalloneros uni-
formados, entre ellos un
amigo, quienme dijo que no
sabía lo que iba a pasar”.
El amigoleaconsejóquese
quedara en casa y así fue. Se
tuvo que quedar losmeses si-
guientes en Santiago, porque
su apartamento en la ciudad
dePanamá fue saqueado.
TRANQUILIDAD
Enresumen, puededecir-
se que con la llegada de los
soldados estadounidenses al
interiordelpaíshubounam-
biente incierto al comienzo,
porquelosresidentestemían
un bombardeo o un enfren-
tamiento entre los soldados
de Estados Unidos y los Co-
depadi. Sinembargo, lospri-
meros mantuvieron una po-
sición pacífica con la comu-
nidad.
Losserviciosdeluz,aguay
teléfono no fueron inte-
rrumpidos. Las imágenes de
lo que sucedió en la ciudad
de Panamá se veían en la te-
levisión y la información se
seguía por
Radio Impacto
.
(En este artículo colabo-
raron Rafael Quezada y
Zabdy Barría).
PLAYA.
Río Hato es un pueblo habitado principalmente por pescadores.
LA PRENSA/Archivo
PASADO.
Estas estructuras funcionaron como albergue del batallón Paz, en
Renacimiento, provincia de Chiriquí.
LA PRENSA/Archivo
MACHO DE
MONTE.
La
calavera del
emblema representa el
desprecio a la muerte.
LA PRENSA/Archivo
MILITARISMO.
El teniente coronel Luis Del Cid tenía bajo su mando la tercera Compañía de
Infantería Diablo Rojo, con sede en David, provincia de Chiriquí.
LA PRENSA/Archivo
LOS HELICÓPTEROS SE
ESCUCHABAN A CADA
RATITO... PERO LA GENTE
DE NORIEGA SALIÓ
HUYENDO POR LOS
CAFETALES CUANDO
LLEGARON LOS GRINGOS”.
Omar Jiménez
BOQUETE
37
1...,27,28,29,30,31,32,33,34,35,36 38,39,40
Powered by FlippingBook