tica de los principales
licores que
manipulan
a,
diario. Porque si un
cltiente
inquiere
de él la noticia del
origen de
·
za bebida
y
el licor que
aquél consume
y
éste manipula; no
puede decirle que lo ignora: debe sa
ber contestarle para satis/acer aque
llos deseos. Lo mismo debe suceder
en
cuanto a la prepa_ración
y
prop,ie
dades químicas
y
·
t
e
rapéuticas
1
de
cuantas bebidas
y
licores dúpacha.
•
1
.
Si un cliente le dice a un cantine
ro: "Tengo ganas de tomar esto o
aquello, pero temo que me haga da
ño", un cantinero tiene que probar
le, dándole a conocer las propiedades
de las bebidas
y
/;icores a que se re-
.
fiere, que
110
sólo no le hacen daño,
sino que le hacen este o aquel bien
que no esperaba. Las bebidas
y
lico
res no daña1i jamás tomadas con me
dida
y
moderación.
Y
tienen todas
ciertas cualidades alimenticias
y
te
rapéuticas que, cuidadosamente apli
cadas o tomadas, se convierten en re
activos fis-iológicos, generan bienes
tar
y
estimulan la curación de ciertas
dolencias
y
afecciones.
Y
si no es el cantinero,
s
'
ino el
cliente quien se hace de este ltibro,
porque le guste como buen gastróno-