alguna manzana hace resistencia, se
la da
ccn un val'a
larga,
preparada para esa clase
ele funciones, con
"
muchísimo cuidado, evitan
clo,
e
n
·
particular, que se rompan las !'amas
y
�ufran los !'etofios del afio siguiente,
a
fin de
no perder una abundante cosecha. Ese mismo
cuidado se empica, también, para evitai-
la
magullación de
las manzanas que
en esas
condiciones fenuentau antes de
tic
i
ppo.
Recógensc hs manzanas por clases
y
tie
guar<lan
en
sacos para montarlas en los ca
·
nos o caballerías que
las han de transpor
tar a
lo.s cobertizos en que se guardan api
ladas. Cúbranse con pajas para que las fuer
tes
h
e
l
ad
a
s, pI'opias ·de las regiones en que se
cultiva la. manzana., no
las dañen.
La
fabricación de la sidra sufre un p
r
o
ceso
tan sencillo
y fácil
como el del vino.
Sn calidad
está
relacionada con la clase
lle
manzana que se elabora.
La.
trituración de la manzana, para sacar·
le
el jugo,
se
hace
de
diversas formas. La
mús
común
-!s
la que se hace
en m1a
solera
horizontal, de 20 a
24
varas de circunferen
cia, formada
tfo
granito o de otra clase de
piel1ra. o
madnra.
Sobre esa solera, a la cual
se
la da uua profundiclacl ele una tercia, gi
l':>.
una
!'uc<la
>ertic-al ele granito, de madera
o
piedra calcárea. ele unas dos varas de difl·
metro sobre media de grueso, a
ln
que mo
viliza una cahallería.
Las ruedas de madera son superiores a
J113
ele piedra, porque estrujan meuos a
las pe
pitns do las manzanns, la.s que molidas dan
al
m'os
to
una grasa de sabor desagradable
y
el
rnu �íl11�0 que provoca toda clase dP alt
e
r
a ciónes
a la sidra.
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