La experiencia aconseja que debe des
echarse en todaoperación de embotellamiento,
el llamado lacre con que se cubren luego los
tapones; pues probado está que cuando caen
en el contenido de la botella, algunas partí
culas de esta substancia, producen resultados
nocivos á la salud. Por último, procúrese es
coger para cada vino ó licor que se vaya á
embotellar, el envase siempre igual y en can
tidad suficiente.
Licores en cajas.
Estos se deben tener siempre al abrigo del
sol y del aire, y en empaques susceptibles de
abrirse en un momento dado, es decir: que
desde que se reciben y abren, no deben volver,
á clavarse, pues así se evitarán molestias y
se tendrán las botellas en perfecto reposo.
Los vinos espumosos.
Tanto los blancos como los tintos, no deben
ponerse en el hielo, sino jjor orden y cuenta
del cliente; pues pasados dos ó tres días de
una temperatura baja y uniforme, si se les
cambia, se echarán á perder por completo.
Los cordiales, amargos y jarabes.
No deben en ningún caso ponerse tampoco
en el hielo; se servirán á la temperatura nor
mal, procurando que las botellas permanez
can siempre limpias y no chorreadas por
fuera con el contenido.
m abrir las botellas.
Todas las botellas de vinos y licores, deben
abrirsecon cuidado y precaución, procurando
efectuar esto antes de la hora del despacho, y
procediendo primero por quitar con una hoja
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