una hora y media ó dos horas, y procurando
que para las ocho de la mañana, la cantina
esté ya en disponibilidad de atender á sus
clientes.
Para el servicio de las mesas.
Se observará como reg'la general en el des
pacho, la de no mandar nunca las botellas
para que se sirva el cliente su bebida; sino
que al pedirla éste, se le servirá, ó se le con
feccionará, enviándola ya lista; en caso de
que el consumidor pida la botella original
para escanciarse él en persona, se accederá
á ello, pero recogiéndosela inmediatamente
después de haber satisfecho su deseo; esta
obligación corresponde á los meseros, lo mis
mo que levantar el servicio de va.sos y bote
llas vacías que queden delante de los clien
tes, tan pronto como haya tomado su copa el
víltimo de ellos; el cantinero cuidará por su
parte de que esto se lleve á efecto, lo mismo
que el aseo de la mesa, é interrogará al me
sero respecto á cuál de los parroquianos es
el que debe el servicio anterior, á fin de evi
tar pérdida de tiempo; en caso de duda, de
be hacer las investigaciones con prudencia y
corrección, á fin de no lastimar la suscepti
bilidad de sus favorecedores.
De los licores que se toman solos.
Siendo estos fuertes, por regla general
se presentará siempre al cliente la botella
destapada, un vaso adecuado para que se
sirva, y otro con agua y hielo; estos licores
deberán conservarse siempre á una tempera
tura baja ó media, según el tiempo.
Siendo cordiales, pousse-cafes, ó licores
dulces, se servirán de igual manera, pero su
temperatura deberá conservarse á la estación;
Siendo vinos como Jerez, Vermouth,-Byrrb
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