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"De touos Jos aguardientes franceses
continúa
hablando
Armand Simard-, los
de la Charentc se impusieron cada vez más
gracias a sus cualidades; se introdujeron
1
en todos los mercados del mundo y fueron
presentados a la venta con el nombre de
la
ciudad que se encuentra en el
c
entro de
su producción: Cognac".
J,os
viñedos
de la Charente, obt
e
nidos del
injerto realizado eú vides llamadas america-
11as, pToceden
de
las cepas conocidas por La
Fable Blanche, Sa.int Emilion y Colombar.
El vino que I!roducen tales uvas es fresco,
un poco [tcido
y
algo áspero, con un prome·
dio de grad.uaciór. alcohólica de
8
a
10
gra
dos centígrados.
El aguardiente de la Charente, al salir de
la�
calderas
en
que se destila, tie'ne una gra·
cluación
de
68
a
72
grados centígrados de al
c·
.
oho
l.
De ahí pasa
a
unos barriles de unos
270
litros de capacidad. Esos bamiles son al
maconaclos en
bodegas
reservaclas del aire y
de la luz.
' ' Según va maduran
d
o
-
dice el referido
autor Arm,tud Simard-el aguardiente au
menta mucho de valor. La transformación
misteriosa que convierte un líquido que
al
i;alir
do la caldera es blanco como el agua
Y
áspero
al
paladar, en un licor de c
o
lor
de
ámbar, fino, de fragancia natural que
desprende
':JI
olor sutil, discreto y delica·
<lo
de
la
uva
en flor, se hace en las bo
úegas durante el período de reposo qt..=i
pu
e
de durar años y años, pues hay cog·
11acs de �incuenta años y más"·
Espafia, el segundo o tercer país produc-
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