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luciones acto seguido y clarifíquese el conjunto con
clara de huevo.
Si
el vino no es bastante dulce agréguesele azúcar Y
un cuarto de buena malvasía.
Este product@ es aún más a o· radable incorporándo–
le un cocimiento de uva
descrra~ ada
y ca nela, que se
agregará en el momento de"'entrar el líquido en fer–
mentación.
Otro
Tómese, por cada 25 litros de agua:
Membrillos. . .
Azúcar cristalizado.
Sal marina.
50
en número
5 kilogs.
25 gi.;amos
Córtese cada membriÍlo en cuatro pedazos,
quí~e
seles las colas y las pepitas y écheseles en agua hir–
viendo, que se retira después de la lumbre para dar
lugar á la infusión. Algunas horas más tarde retírese
los membrillos para reducirlos á pulpa y derretirlos en
cantidad suficiente de agua fría, que poco á poco se va
incorporando
á
los frutos partidos. Reúnase por fin en
una pipa la primera agua con la pulpa desleída Y con
el resto del agua que ha de emplearse y que se ha hecho
enfriar para hacer des'leir el azúcar y la sal.
Favorécese la fermentación con
31
gramos de
lev~dura de cerveza desleída en un poco de agua. Termi–
nada esta fermentación se opera el trasvase y
pasa~os
quince días puede consumirse el vino, que será mejor
si se le deja reposar algunos meses y se le
embotell~.
Como aromas, son muy buenos los luquetes de
li–
món y naranja.
También se les puede agregar
2
y medio á 3 gramos
de canela y algunos clavos de especia.
Otro
Móndese los membrillos y écheseles, reducidos
á
pulpa, en agua hirviente (en la proporción de
2
por
, litro). D éjese reposar la mezcla un día, y prensándola
luego extráigase el líquido y agréguesele de
200
á
250
g ramos de azúcar por litro.
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